Palabras de Agradecimiento de Nuestro Nuevo Obispo (Our New Bishop's Words of Thanks)

Quiero dar las gracias a Dios por hacerme sentirme tan mimado en su amor, no significa que la vida no tenga problemas en mi vida solo que me sé amado por Él.

Agradeceros a cada uno de vosotros por acompañarme en este día y también a todos aquellos que les hubiese gustado estar aquí y no han podido. Habéis aceptado mi invitación pero realmente quien os invita incansablemente a encontrarse con cada uno es el mismo Jesús, el Señor.

Agradecer a cada una de las personas que sabiendo o sin saberlos han hecho crecer en mi la entrega a Jesús.

Gracias a mis padres, Jesús y Mari Carmen que formaron un espacio donde crecer seguro, amado y con buenos valores. Gracias a mi abuela Julia, que siempre me acompañaba en mi fe. Gracias a mi abuela Maria,que murió con 26 años pero dejando en el recuerdo una muy buena mujer

que hasta su s últimos días escuchaba cada día la misa por la radio, sus oraciones seguros que han llegado a mi…

Gracias a mi marido, Juan, es tan bueno que como en un espejo me muestra lo tanto que tengo que mejorar. Y gracias a mis dos hijos, Laia y Arnau, que me han hecho entender lo que realmente puede llegar amar un padre, y así entender que si mi amor es imperfecto cuanto de grande

debe ser el amor de Dios Padre por cada uno de nosotros, sus hijos.

Gracias a las religiosas de Jesús-María que supieron trasmitirme el amor misericordioso de Dios. Me vais a permitir que nombre a algunas de las mujeres apasionadas por seguir a Jesús que han estado presentes en mi niñez, adolescencia y juventud. la hermana María Luisa Coderch, la

hermana María Francisca Batlle, la hermana Josefa, la hermana María teresa Tralleros (aquí presente), la hermana María Pía, la hermana Concepción, la hermana Margarita, la hermana Susana, la hermana Begoña, Luz María, Amparo, Lali, la hermana María Ángeles Aliño, la

hermana coro, la madre Claustro y tantas otras.

Dar las gracias a los obispos, especialmente a Seamus, por confiar en mí para ser Obispo

Deciros que el Señor pasa por mi vida y me lleva donde quiere.

Tres veces me negaron el sacerdocio.

El único motivo siempre fue el mismo ser homosexual.

Ser homosexual no es algo que yo he elegido, como tantas otras cosas que me constituyen como persona.

Pero de lo que estoy seguro es que a para Dios lo creado es bueno y le es agradable la diversidad que tanto muestra en su creación.

Cuando mi vocación estaba en estado latente pero opacada por tanto rechazo sentido en cada intento de ser sacerdote, apareció en mi vida un sacerdote llamado Mario Santos que me mostro que hay una Iglesia Católica y Episcopal donde nadie es rechazado para recibir los 7 sacramentos.

Es en nuestra Iglesia Católica Episcopal donde yo realmente he podido desarrollar todas mis dimensiones humanas.

Solo puedo estar lleno de alegría de saberme inmerecidamente e inmensamente amado.

Lo que me lleva a desear que toda persona, sin excluir a nadie, conozca a Jesús y a María.

I want to thank God for making me feel so pampered in His love; it doesn't mean that my life hasn't presented its problems, just that I know I am loved by Him.

I want to thank each one of you for accompanying me on this day and also all those who would have liked to be here and have not been able to join us.

You have accepted my invitation, but it is really the invitation of Jesus himself, the Lord, who tirelessly wants to meet each one of you.

I would like to thank each of the people who, may or may not know that they have made the dedication to Jesus grow in me.

Thanks to my parents, Jesús and Mari Carmen who formed a space where I could grow up safe, loved and with good values. Thanks to my grandmother Julia, who always accompanied me in my faith. Thanks to my grandmother Maria, who died at the age of 26 but leaving in our memory a very good woman who until her last days listened to Mass every day on the radio, her prayers have surely reached me...

Thanks to my husband, Juan; he is so good and acts as a mirror at times to show me how much I have to grow and improve. And thanks to my two children, Laia and Arnau, who have made me understand what a father's love really is, and thus to realise that if my love is imperfect, how much greater must be the love of God the Father for each one of us, his children.

Thank you to the Sisters of Jesus-Mary who knew how to transmit to me the merciful love of God. You will allow me to name some of the women who are passionate about following Jesus and who have been present in my childhood, adolescence and youth.

Sister María Luisa Coderch, the Sister María Francisca Batlle, Sister Josefa, Sister María Teresa Tralleros (present here), Sister María Pía, Sister Concepción, Sister Margarita, Sister Susana, Sister Begoña, Luz María, Amparo, Lali, Sister María Ángeles Aliño, and so many others.

I also want to give thanks to the bishops present, especially Seamus, for believing in me and wanting me to become a bishop.

I want to tell you that the Lord passes through my life and takes me where he wants.

Three times I was denied the priesthood.

The only reason was always the same.... being homosexual.

Being homosexual is not something I have chosen, like so many other things that constitute me as a person. But what I am sure of is that for God, what has been created is good and the diversity that he shows so much in his creation is pleasing to him.

When my vocation was in a latent state and overshadowed by so much rejection which was felt in every attempt to follow the path to priesthood, Padre Mario Santos appeared in my life who showed me that there is a Catholic and Episcopal Church where no one is rejected to receive the 7 sacraments.

It is in our Catholic Episcopal Church that I have really been able to develop all my human dimensions. I can only be filled with joy at knowing that I am undeservedly and immensely loved. This leads me to wish that every person, without excluding anyone, comes to know Jesus and Mary.